
Llevamos puesta una venda en los ojos y alguien nos susurra al oido que debemos pensar, que debemos comer, que debemos sentir, que está bien y que está mal... sin ella estamos perdidos... Algunos llaman a ese feroz medio pautador la Caja Boba, probablemente porque consigue implantarnos de una manera magistral ideas e intereses que no son nuestros pero en los que creemos religiosamente... es decir, nos vuelve rematadamente bobos.
Adorno descubrió hace muchos años que la televisión creaba pautas de conducta entre los integrantes de la audiencia sin que estos ni siquiera se percataran... Este documental "Armas de Desinformación" analiza los efectos y el poder mortifero de la tele, como trasmisor de la ideología e implantaciones masivas de las grandes corporaciones... Después de verlo se entiende mejor porque Alex Collier, Henry Deacon, Jordan Maxwell y otras personalidades relevantes del nuevo paradigma aconsejan tirar el aparato de la tele al contenedor de la basura... sólo librándote de la televisión y del resto de los medios masivos tendrás la mente libre y fresca para empezar a comprender la verdadera realidad y la belleza del mundo que te rodea... sólo así te quitarás la venda que llevas en los ojos y evitarás la toxicidad que los medios, la tele y la publicidad especialmente, inyectan arteramente en tu vida para evitar que te conectes contigo mismo y el cosmos.
http://www.youtube.com/watch?v=_QSQ__mmwyU
Mirar televisión puede dañar a las personas, especialmente a los chicos, por efectos fisiológicos que son independientes del contenido de cada programa. Así lo sostiene un estudio publicado ayer en la revista especializada británica Biologist. Según el trabajo –que reseña y comenta 35 estudios ya publicados en revistas científicas–, el chico que vea televisión antes de los tres años de edad corre más riesgo de tener problemas para prestar atención cuando, a los seis o siete años, vaya a la escuela. Esto se vincula con que la pantalla de la tele ofrece estímulos “más interesantes que los que usualmente brinda la vida real”. Además, las técnicas de edición y presentación televisivas acostumbrarían al chico a modalidades de atención muy rápidamente cambiantes, a la vez que intensas. Todo esto vendría a “corromper el sistema fisiológico de la atención”, independientemente del contenido de los programas. Otros trabajos citados en el artículo vinculan el exceso de tele en la niñez con dificultades para dormir, obesidad e incluso con un mayor riesgo de autismo. El trabajo viene a avalar las indicaciones de la Academia de Pediatría de Estados Unidos: que los menores de dos años no vean televisión en absoluto y que los chicos de cualquier edad no tengan tele en su cuarto.
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